Nunca Es Tarde

Sinopsis de Nunca Es Tarde:

Jeronimo Tristante, a través de su novela “Nunca Es Tarde”, publicada por Algaida, nos ofrece una obra que trasciende la simple novela negra. El autor, conocido por su habilidad para tejer atmósferas y personajes complejos, nos sumerge en un paisaje aragonés, el pirineo, donde la belleza y la tranquilidad ocultan una profunda oscuridad.

La novela explora temas como la memoria, la justicia, y la corrupción, utilizando un thriller psicológico con un ritmo pausado y una atmósfera densa que invita a la reflexión. La obra no solo entretiene, sino que también invita a un análisis sobre las consecuencias del pasado en el presente, a través de un intrincado mecanismo narrativo que mantiene al lector en vilo hasta la última página. “Nunca Es Tarde” es un ejercicio de maestría narrativa que combina elementos del género noir con una profunda sensibilidad por el entorno y los personajes. El autor, con un estilo cuidado y preciso, construye un relato que explora la complejidad humana, la fragilidad de la memoria, y la dificultad de encontrar la verdad en un mundo corrompido.

La novela es un espejo que refleja nuestras propias inquietudes y miedos, ofreciendo una experiencia de lectura intensa y memorable.

La novela se sitúa en un enclave remoto del Pirineo aragonés, una región de belleza salvaje y paisajes imponentes, pero también de una historia silenciosa y, posiblemente, turbulenta.

La trama gira en torno a la repentina desaparición de varias jóvenes, chicas de la localidad que, aparentemente, llevaban una vida normal y aparentemente sin secretos. Estas desapariciones, que ocurren en un periodo relativamente corto de tiempo, generan un clima de pánico y desconfianza en el pequeño pueblo, donde la vida corre a un ritmo lento y la comunicación es escasa.

La investigación policial, liderada por un inspector envejecido, pero con una mente aguda y una experiencia considerable en el mundo criminal, se encuentra con una serie de obstáculos. El inspector, a su vez, se enfrenta a la desconfianza de los habitantes del pueblo, a la falta de pruebas concretas y a la aparente complicidad de algunos de los personajes clave.

A medida que avanza la investigación, se revela que las desapariciones parecen estar relacionadas con una serie de crímenes que ocurrieron hace más de veinte años, en 1973.

Estos antiguos crímenes, que quedaron sin resolver, están ahora siendo repetidos de manera inquietantemente similar.

La conexión entre los dos periodos, el presente y el pasado, es fundamental para comprender la complejidad de la trama. Se descubre que la desaparición de las jóvenes está relacionada con un oscuro secreto familiar y con una red de corrupción que se extiende por toda la comunidad. El inspector, a través de una laboriosa investigación, revela una historia de venganza, traición y manipulación que se remonta a la época de la dictadura, cuando la libertad de expresión era limitada y la justicia era, a menudo, un mero espejismo.

La historia del pasado, con sus secretos enterrados y sus personajes marcados por la culpa, se entrelaza con el presente, creando un laberinto de sospechas y contradicciones.

El ambiente paradisíaco del pirineo, con sus imponentes cumbres y sus prados verdes, contrasta violentamente con la oscuridad que se esconde tras la fachada de tranquilidad. La belleza del paisaje sirve como telón de fondo para un crimen horrendo, un crimen que no solo amenaza la vida de las jóvenes, sino también la esencia misma del lugar. La novela explora la idea de que la belleza puede ser engañosa y que, a menudo, las cosas más hermosas pueden albergar los oscuros secretos.

El inspector encargado de investigar las desapariciones, Mateo, es un hombre marcado por su pasado, un ex policía que abandonó la profesión tras un caso traumático que lo atormenta.

Su experiencia y su conocimiento del mundo criminal le permiten desentrañar los secretos del presente, pero también lo acercan a sus propios demonios. Mateo es un personaje complejo, a la vez sarcástico y compasivo, que representa la lucha entre la justicia y la moralidad. La relación entre Mateo y las jóvenes desaparecidas, que se desarrolla a través de la investigación, es fundamental para construir la trama.

La novela está escrita con un ritmo pausado y deliberado, que permite al lector sumergirse en la atmósfera del pirineo y conocer a fondo a los personajes. Tristante utiliza un lenguaje preciso y evocador, que crea una imagen vívida del paisaje y de las emociones de los personajes. La ambientación es un elemento crucial de la novela, ya que el paisaje no solo sirve como telón de fondo, sino que también influye en el estado de ánimo de los personajes y en el desarrollo de la trama.

El pasado, a través de los testimonios de los ancianos del pueblo y de los archivos policiales, es un elemento esencial de la trama. Se revela que los crímenes de 1973 fueron cometidos por un grupo de hombres que, a raíz de la muerte de un joven, se vengaron de manera indiscriminada. Estos crímenes, que quedaron sin resolver, han tenido consecuencias en el presente, ya que los miembros de la familia de las víctimas siguen viviendo en el pueblo y sufriendo las secuelas del trauma. La novela explora la idea de que los crímenes del pasado pueden persidir el presente, y que la justicia puede ser una larga y difícil caminata.

La novela también explora temas sociales y políticos como la corrupción, el frustrado deseo de justicia y la fragilidad de la memoria en un contexto de dictadura. La relación entre los personajes y el entorno natural es una de las aspectos más interesantes de la obra, ya que el paisaje no solo sirve como telón de fondo, sino que también influye en el desarrollo de la trama y en las emociones de los personajes.

Opinión Crítica de Nunca Es Tarde

“Nunca Es Tarde” es una novela excepcional, que demuestra la maestría de Jerónimo Tristante como narrador. La novela es un ejercicio de suspense psicológico que mantiene al lector en vilo desde la primera página hasta la última. La trama es intrincada y bien construida, y los personajes son complejos y realistas. La novela es un thriller de misterio que, al mismo tiempo, es una reflexión sobre la memoria, la justicia y la corrupción.

La ambientación del pirineo aragonés es un elemento esencial de la novela.

Tristante utiliza un lenguaje preciso y evocador, que crea una imagen vívida del paisaje y de las emociones de los personajes.

El paisaje no solo sirve como telón de fondo, sino que también influye en el desarrollo de la trama y en las emociones de los personajes.

La novela demuestra que Tristante posee una gran habilidad para crear atmósferas y para tejer historias que cautivan al lector. La ambientación, sin duda, es uno de los puntos fuertes de la obra.

Sin embargo, la novela no está exenta de algunas fallas.

El ritmo, aunque pausado y deliberado, podría resultar demasiado lento para algunos lectores. Además, algunos personajes secundarios son poco desarrollados, lo que puede hacer que la trama resulta un poco pesada en algunos momentos.

No obstante, estas fallas son pequeñas y no afectan a la calidad general de la obra. “Nunca Es Tarde” es una novela requerida para los lectores que disfrutan de thrillers psicológicos con una trama intrincada y personajes complejos. Se recomienda principalmentec a quienes aprecian la escritura precisa y detallada de Tristante, y a quienes disfrutan de las novelas ambientadas en lugares remotos y con una atmósfera particular. Es una obra que debe ser leída con paciencia y atención al detalle, pero que recompensa al lector con una experiencia de lectura profunda y memorable.

Ficha técnica de Nunca Es Tarde

Titulo del libro "Nunca Es Tarde"
Registro ISBN ° 9788490678534
Publicado por Editorial Algaida
Escrito por Jeronimo Tristante
Publicado el Año 2017
Origen del Libro España
Idioma de publicación Castellano
Tipo de Encuadernación original Tapa Dura